lunes, 19 de enero de 2009

Sobre las comunidades autónomas




15 de enero de 2009


Compañeras y compañeros, hace algunos días se llevo a cabo el Primer Festival Mundial de la Digna Rabia con sedes en, Ciudad de México, Caracol de Oventic y San Cristóbal de las Casas. En dicho festival se escucharon y expresaron diversas manifestaciones de resistencia, desde diversas partes del mundo. Todas ellas hermanadas por la rabia organizada.

Lamentablemente, también durante los primeros días del año se registraron varias agresiones en contra de bases de apoyo zapatistas en el poblado Bosque Bonito y otros tantos más denunciados por las mismas comunidades zapatistas , por parte de la Organización de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO). Estas agresiones se han enmarcado dentro de la estrategia de despojo de tierras a las bases de apoyo zapatistas, que desde hace tiempo se viene fraguando en el plan de contrainsurgencia desarrollado por los malos gobiernos, el ejército y organizaciones partidarias en oposición al EZLN.

Dichas agresiones no son poca cosa ni deben tomarse como hechos aislados de trascendencia local. No son poca cosa en tanto que están orquestados y abalados por los gobiernos federal, estatal y municipal dentro de la estrategia de contrainsurgencia desarrollada en Chiapas desde hace varios años. No son poca cosa en cuanto a que estas agresiones están encaminadas a desgastar el tejido social de las comunidades bases de apoyo zapatistas y, aún más grave, a despojar de las tierras recuperadas durante el conflicto armado que representan una de las bases más importantes del sostenimiento y desarrollo del movimiento zapatista.

Los territorios zapatistas están sustentados en la tenencia de la tierra. Tierra que primordialmente sirve para la alimentación de los pueblos zapatistas, para el desarrollo de la ganadería colectiva, etc. Pero, también, tierras que dotan al movimiento zapatista de un espacio físico-temporal. Un espacio físico que dota de seguridad y posicionamiento estratégico al EZLN y que a su vez y más importante, dota a las bases de apoyo de espacios dignos y justos para vivir, cultivar y desarrollarse como pueblos dignos y en resistencia.

Dicha importancia en la tenencia de la tierra, ha sido remarcada infinidad de veces por los voceros zapatistas. Ellos entienden la importancia estratégica, alimentaria, social, cultural y sobre todo del corazón, que tiene para ellos la tenencia de la tierra a través de la recuperación de la misma, como se puede leer en el siguiente fragmento de un texto leído por el Subcomandante Insurgente Marcos durante el Festival de la Digna Rabia:

Hace 15 años fueron tomadas por nuestras tropas 7 cabeceras municipales: Las Margaritas, Ocosingo, Altamirano, San Cristóbal de las Casas, Oxchuc y Chanal. Entonces fueron rendidas o sorprendidas las fuerzas gubernamentales que las guardaban.

Tal vez se puede decir que la toma de esta ciudad en la que estamos, San Cristóbal de las Casas, bastión ladino del racismo, fue la que nos dio a conocer al mundo. Puede ser.

Lo que sí sé es que las tomas de Ocosingo, Las Margaritas y Altamirano fueron las que nos dieron dominio sobre el territorio y permitieron la toma de las buenas tierras de labranza y su recuperación, después de cientos de años de despojo. Esta toma de tierras fue la base económica para construir la autonomía zapatista .

Esta importancia en la tenencia de la tierra como base económica para construir la autonomía zapatista lo tienen más que claro y analizado los compañeros del EZLN. Hace poco leía que para los indígenas campesinos la tierra es como su alma, ellos dicen que al no tener a la madre, uno es huérfano, al no tener al esposo, uno es viudo; pero no tener tierra es peor, porque uno es como un fantasma. Es así que la tierra la cuidan y la defienden con su vida.

Su propia importancia en la tenencia de la tierra la tienen también los malos gobiernos, por eso, sus más ruines y sucias estrategias están encaminadas a la descomposición del tejido social de las comunidades zapatistas, al enfrentamiento que buscan generar entre comunidades zapatistas y de otra filiación política y, finalmente al despojo de las tierras recuperadas por parte del EZLN.

En una entrevista realizada al subcomandante Marcos en el 2007, planteaba lo que sigue siendo la situación actual de las comunidades autónomas zapatistas y, dado que han incrementado los conflictos por la tierra; se está hecho más visible. Él decía que antes convivían de forma solidaria campesinos indígenas filiados a algún partido (en su mayoría priístas) con los campesinos zapatistas, incluso hay zapatistas que viven y resisten desde comunidades no autónomas. Los zapatistas conocían que los malos gobiernos habían ofrecido dinero a los indígenas campesinos para que crearan conflictos con ellos, sin embargo ante tal ofrecimiento muchos no habían cedido. Pero muy diferente es ofrecerles la tierra, las tierras zapatistas a los indígenas campesinos, a cambio de crear conflictos con los zapatistas. Como hemos dicho, la tierra para un campesino es como su alma.

Ahora, nos queda a nosotros reconocer esa importancia. Reconocer y solidarizarnos en su defensa sus derechos, el derecho que nuestros hermanos zapatistas tienen a poseer, cuidar y trabajar la tierra que siempre debió pertenecerles, y que malos gobiernos y déspotas terrateniente les despojaron durante años y continúan queriendo poseer. La tierra es de quien la cuida y la trabaja, no de quien la explota, la maltrata y la posee para tener más.

Por ello, estas agresiones no deben ser pasadas por alto, no deben ser banalizadas y finalmente olvidadas como simples diferencias entre grupos u organizaciones, deben ser, antes bien, entendidas como un ataque a la base social, económica y cultural del EZLN, un ataque a la dignidad de estos pueblos libres y autónomos. ¿Y saben cuál es lo más indignante y que hace que uno busque espacios para denunciar este tipo de injusticias? que los sucesos que ocurren, por un lado, sean encubiertos, que no se muestren a un pueblo de México que de por sí ha sido mal informado, y se le ha hecho creer por tanto tiempo que la lucha zapatista es una lucha inútil, que son los zapatistas los causantes de tantos males en Chiapas y México, que los zapatistas son los malos y los locos del cuento. Por otro lado, en los últimos años, se habían esmerado en hacer inexistentes a los zapatistas, ¿cómo es esto? no hablando de Marcos (la lucha zapatista es más que hablar de Marcos), no hablando de ellos en los medios de comunicación masiva. Y ahora que se habla de situaciones que han ocurrido, mismas que han sido propiciadas desde los malos gobiernos, se habla de ellos como con un disfraz, distorsionando una vez más lo ocurrido. Sin decir, todo lo que acompaña a estos conflictos.

Queda pues, a nosotros alzar con ellos la voz, hermanarnos con la lucha y resistencia de los pueblos del mundo. En este caso, con nuestros compañeros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Y seguir llamando a la igualdad en la justicia, tan pedida por tantos compañeros y compañeras en lucha.


José Antonio Carvajal Galván

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